lunes, 15 de febrero de 2010

AMISTAD (o las segundas partes nunca han sido buenas)

Acabo de llagar de un baby shower. Otro de mis amigos va a ser papá, sí OTRO. Así que el hecho de que tal reunión se organizara justamente el 14 de febrero me hizo olvidar todo el día la emotiva festividad que tantos odios -embarazos, ETS- acarrea.

Llego a casa, me siento extraña. De buen humor pero... blah, es de esa clase de emociones difíciles de explicar y que la forma más elocuente que encuentro es decir cómo NO me sentía: contenta. Entonces vengo al blog y busco qué escribí hace dos años acerca de tan condenado día. Oh, todo es tan distinto hoy. ¿Es triste? ¿previsible? ¿natural?. Mientras lo releo me llama la protagonista de ese post. "No puedo ir a comer contigo mañana, es que es cumpleaños de mi jefa y vamos a ir con ella". Le contesto que no hay problema, que otro día será, pero en realidad ya no me interesa mucho. Desde diciembre se ha postergado tal encuentro. "Es que justo hoy quedé de ir a comprar los regalos de Navidad con mis compañeros de trabajo al centro comercial". "Es que...". Pff. Sniff.

En la parte inferior del post escribí los nombres de todos mis amigos con tipografía blanca (como secretito, ji ji). Hoy los reviso y... úchalas, ya no son los que eran. Muchos de ellos me representan sólo un manchón de tinta -y encima, "tinta BLANCA"-, una cara conocida, anécdotas blureadas. Otros ya ni siquiera deberían estar en dicha lista. No lo digo por aquellos que dado el acomodo cronológico merecen el lugar aunque ya no sepa mucho de sus vidas.

Bueno, está bien, el chisme.

A mis amigos de la secundaria es perfectamente normal que ya no los vea. Uno vive en provincia -ni siquiera recuerdo el lugar- otro es un médico atormentado y quejicas, que a pesar de vivir en el De éfe nunca se ha dejado ver -por nadie- "es que la clínica, es que la clínica", a los demás les perdí la pista. Una de ellas me mandó un interesante mail hace unas semanas, el título "Noticias de Fulanita". Me cuenta que de momento está en Oaxaca -ah, ella también es médico-, sufre porque no está cerca de su esposo -se casó a los 22-, me habla de su hermano menor en Europa, sus planes hijísticos a futuro. Aprecié que me mandara el mail, sobre todo porque me dijo también que casi no entra a internet. Lo que me sacó de onda es un "te quiero" al final. Aún no le he contestado. ¿Qué le digo en seis líneas a alguien cuya última vez que vi fue hace casi 5 años en su boda?

De ahí en adelante mis amigos tienen mayor presencia en mi vida. Pero "el camino nos lleva por senderos diferentes" y todo vale madres. Yo a veces le saco a ir con mis amigos de la prepa-universidad pooooorqueeeeee:

Hay un desfile de triunfos y pláticas donde todo es perfección, como si los años de convivencia y confianza se hubieran tirado al caño. La puritita medición del éxito. Sé que aunque me estuviera quedando sin un quinto, tuviera gangrenada una pierna y mi gata hubiese orinado encima de mí -y en la gangrena-, no se los diría en esas tertulias. JAMÁS. Y tal vez de ninguna otra forma.

Y es horrendo, absurdo, que a muchos de ellos ese cambio de actitud, mentalidad o cómo quiera llamarlo lo achaque a su estatus marital-sentimental (justo como a la protagonista de aquel post). Y no, no hablo desde ningún tipo de envidia. Está comprobadísimo que las parejas tienen menos tiempo para... lo que sea. Los solteros movemos al mundo. Bueno, NO. Pero tenemos más tiempo para salir, conocer, viajar. *Disponibilidad*. Por eso cuando conozco a alguien casado-aparejado que puede salir sin su látigo, que cuando platica de su vida puede DESLIGARLA de la vida de pareja, quisiera ponerme de pie y aplaudir la independencia maravillosa de una relación sana y sin apegos psicópatas y miserables. Sobre todo, y lo digo con tristeza ya que soy idealista, porque la mayoría de las parejas que conozco son producto de:

A)Solo con mi soledad.- entiéndase, mi desesperación es tal, que ando con él/ella porque dos días conmigo/a mismo/a son insufribles. Efecto secundario 1: suicidas potenciales si la relación termina. Efecto secundario 2: léase el inciso C.

B)Soy emocionalmente débil.- tradúzcase como: Necesito a alguien con quien pueda estar constantemente quejándome, llorando, platicando, mi apoyo moral, emocional, espiritual, PERO EN EXCESO. "Ay, amor". Mi receptáculo más fiel de quejas, miedos y frustraciones. Síndrome de princesa en la torre (r-e-s-c-á-t-a-m-e). Yo perdí a dos amigas así.

C)Estaba borracho/a y en una fiesta.- A este le llamo "No sé cómo llegué aquí". Es cuando un atarantado/a termina enredado/a en una relación sin saber cómo. "Les juro por dios que nunca voy a andar con él/ella, nomás es un free". Yo les digo semanas después: "parece que él/ella fue más listo/a". Los efectos secundarios de este inciso son un tanto crueles. Nunca saben cómo salir de ahí tampoco.

D)La tarjeta de crédito.- Ps el puritito interés, -cualquier interés aplica-. Este es peligroso, se disfraza de un enamoramiento intenso. No confundir la natural admiración con "te voy a usar como muleta/banco/escalera/trofeo". Y menciono la admiración porque la creo ingrediente esencial para eso del amorcillo.

E) Hormona mata TODO. "Es que no puedo dejar de coger". Agréguense subincisos como: E.1.-Nadie más quiere coger conmigo E.2.-No he cogido con nadie más en la vida y ya me acomodé aquí E.3.- De verdad no puedo dejar de coger y mis free's no me alcanzan (y esta pareja es la única que se hace de la vista gorda).

También están los novios bonitos y esas historias lindas que son menos tarugas y poco criticables. Por eso a veces me pregunto qué tan válido (o difícil) es encontrar a "esa persona especial" y echarlo todo por la borda, cambiar tu mundo completamente y compartir la vida cuasiexclusivamente con ella. Sólo se me ocurre que debe ser alguien maravilloso, indescriptible, la GRAN conexión, el zoquete del que no te aburrirías nunca aún cuando ya no se es víctima adicta de oxitocina (o cualquier hormona relacionada). Pero igual y son figuraciones mías, además de que estadísticamente es poco probable -pero no imposible-. Pero y yo qué sé -pero a lo mejor creo sí lo sé-. ¿Pero y si no? -¿pero y si sí?-.

-(Debería crear una nueva etiqueta que diga "Uso el blog para quejarme a lo güey", ah, no, para eso era.)-

Entonces les digo: Bienaventurados aquellos que conservan a sus amigos y no se absorben en la relación parejil dejando todo de lado, porque de ellos será el reino de los sensatos.

A manera de epílogo:

Los amigos que han llegado a mi vida últimamente son distintos. A ellos no me une el fortuito grupo escolar o la ubicación de vivienda. Llegaron por coincidencia de ideas y proyectos. Porque compartimos algo más que las anécdotas de la escuela o la oficina.